En estos meses hemos vivido un par de experiencias como Wwoofers. Para la persona que no lo conozca, los Wwoofers somos voluntarios de granjas ecológicas en todo el mundo. Estamos dados de alta en una plataforma (https://wwoof.es/es), en la cual, después de suscribirte y de dar tus datos, contar un poco sobre ti y sobre lo que buscas, tienes acceso a numerosas granjas y lugares que se dedican a cultivos ecológicos, permacultura, etc, en definitiva, lugares en los que puedes aprender mucho sobre el manejo de la tierra, animales, entorno, construcción, etc.
En el mes de junio estuvimos en una granja de la provincia de Ávila. La llevan María y José, dos emprendedores natos y que tienen entre manos un proyecto bastante ambicioso. En este proyecto, cultivan tierras de cereal, invernaderos, huertas variadas, trabajan un centenar de colmenas y cuidan unas cuantas gallinas; además tienen una zona de esparcimiento en plena naturaleza en la que se pueden desarrollar otras actividades.
Nosotros estuvimos una semana con ellos y aprendimos bastantes cosas sobre los cultivos biodinámicos y ecológicos, como preparar un invernadero prácticamente desde cero, trabajar la tierra, dar de comer a las gallinas, el proceso de cuidado de las abejas y sobre todo ver cómo, con constancia y trabajo diario, se van consiguiendo los sueños.
El mes de agosto también estuvimos otra semana en un proyecto muy diferente. Es el proyecto de Carmen, un proyecto de regeneración de la Naturaleza llamado El agua y la Tierra. Aquí tuvimos una experiencia bastante intensa, sobre todo los tres primeros días, en los que se alcanzaron temperaturas de hasta 48 grados. Tuvimos ocasión de conocer de buenas manos (Miguel) la permacultura y aprender de sus conocimientos y experiencia. Supimos lo que es preparar y usar una ducha al aire libre y hacer tus necesidades en un water seco, así como su funcionamiento.
Compostar la materia orgánica y como usarla en los cultivos, preparar bolitas de arcilla con semillas (el Nendo Dango del famoso Fukuoka) para regenerar la tierra y lo mejor, disfrutar de la naturaleza junto a personas que poseen mucho conocimiento y con las que se puede compartir una buena conversación bajo las estrellas.
Nos quedamos con lo mucho aprendido (seguiremos de voluntarios, nos ha gustado), ya que lo podemos poner en práctica en los proyectos de la Asociación.
Desde aquí, quisiéramos dar las gracias a María y a José, (un achuchón a Joel), a Ángel y a Isabel, a Carmen y a Luis, a Miguel, a Manon, a Cesar, a Manu y a Sara y a Jorge.
Un abrazo para tod@s ell@s.
Rosa y Pedro.